Reseña: El primer y último amor - Nora Roberts
Trilogía Hotel Boonsboro - Libro 2
En la pequeña ciudad de Boonsboro, la familia Montgomery trabaja contrarreloj para convertir el histórico hotel, casi en ruinas, en un elegante hospedaje lleno de encanto.
Los preparativos para la inauguración avanzan a muy buen ritmo y Owen Montgomery, el más organizado de los tres hermanos, controla cada detalle del trabajo. Lo único que no podrá prever son los sentimientos que Avery MacTavish despertará en él.
Avery es la dueña de la pizzería que hay frente al hotel y está fascinada por el proceso de renovación. Se interesa por el diseño de cada rincón y Owen está más que dispuesto a enseñarle los progresos diarios. En el colegio, él fue su primer novio y desde entonces siempre ha ocupado un lugar especial en su corazón. Sin embargo, Avery no está preparada para volver a enamorarse, y este primer amor tendrá que luchar y esforzarse mucho para reconquistarla.
Apenas terminar el primer libro de esta trilogía, el cual me dejó encantada, me lancé de cabeza a leer la segunda parte. No podía resistirme. En la primer entrega, Siempre hay un mañana, conocimos la historia de Beckett, el menor de los hermanos Montgomery, y Clare, la mujer de que la estaba enamorado desde que era un adolescente. Me quedé tan enamorada del trabajo que los hermanos estaban haciendo en el hotel y de la historia de amor sencilla pero tan linda, que moría por leer este segundo libro, el cual tiene como protagonistas a Owen, el hermano del medio, y Avery, la dueña de la pizzería frente al hotel.
Nuevamente Roberts nos hace partícipes de la restauración del Hotel Boonsboro, pero ahora este ya se encuentra mucho más avanzado y cerca de su inauguración. Los hermanos Montgomery, junto con su madre y muchas personas más han trabajado muchísimo para lograr lo que tenían en mente y llevar a cabo un proyecto que cada vez está más cerca de abrir sus puertas al público. Un público ansioso y expectante, sobre todo tratándose de un pueblo donde todo se sabe y todo es novedad. En esta ocasión la autora dejará de lado los martillos y el levantar paredes, para hablarnos principalmente de la decoración del hotel: llega el momento de pintar, amueblar y dar los toques finales. Y nuevamente leer las descripciones que hace Roberts de esto, y sentir que vemos con nuestros propios ojos cada avance, es una maravilla.
En este libro se sigue profundizando en el tema del fantasma que habita en el hotel, y de a poco vamos sabiendo más de él, de su historia y de porque se encuentra allí.
En este libro se sigue profundizando en el tema del fantasma que habita en el hotel, y de a poco vamos sabiendo más de él, de su historia y de porque se encuentra allí.
Antes de hablar de la historia principal, me encantaría destacar el hecho de que la autora siguiera contándonos cosas de los demás hermanos y en especial de Beckett, al cual habría hechado de menos si no se lo mencionaba. La historia de Beckett y Clare, aunque no es la primordial en este libro, sigue su camino y la autora nos sigue contando detalles de su vida que resultan totalmente encantadores. Hay cambios en su relación, novedades y pequeños sucesos; que a quienes amaron a esa pareja les van a fascinar. Me alegró mucho seguir leyendo de ellos y seguir fangirleando a pesar de que no eran los protagonistas en esta ocasión. Esos dos son sin duda, una de las cosas más tiernas de esta saga.
Quien robará la atención durante la lectura de este libro, será Owen. Cada hermano tiene su personalidad particular y diferente, y Owen se caracteriza más que nada por ser sumamente meticuloso y organizado. No es que tenga obsesiones insoportables, pero es innevitablemente prolijo, planificador y previsorio en todo. Desde su apariencia y maneras de vestir, hasta su forma de hablar en ocasiones y su lado "quisquilloso" lo hacen muy diferente de Beckett y Ryder, pero a su vez todas esas cosas le dan un encanto y un "algo" especial que te hacen reírte de él y querer abrazarlo a la vez. Me encantó Owen, me encantó que sean tan tiquismiquis pero a la vez tan dulce y, al igual que el resto del clan Montgomery, muy sexy. De verdad ¿Por qué tienen que ser tan perfectos estos chicos? No es justo.
Owen siempre mantuvo, desde niño, una gran amistad con Avery, que es precisamente la dueña de la pizzería que está justo frente al hotel. Esta chica es la responsable detrás de las pizzas que hacen agua la boca a todo el pueblo y en especial a los hermanos Montgomery. Con las descripciones que hace la autora, hasta yo que amo la pizza me moría de ganas de probar las suyas mientras leía ♥
Avery es un personaje genial. Me encantó. Al igual que los hermanos se diferencian entre sí, ella se diferencia de sus amigas Clare y Esperanza, por ser mucho más impulsiva, lanzada y por querer hacer de todo, todo el tiempo. Vive a mil por hora y nunca deja nada librado al azar, sin embargo no es para nada igual de organizada o meticulosa como Owen, y en ese punto ese choque en sus personalidades hace que todo sea más divertido y tierno.
Owen y Avery siempre fueron grandes amigos, se apoyaron mutuamente en todo y su amistad realmente al leerla se siente muy bonita y entrañable. Pero a partir de cierto suceso que tiene lugar en el hotel, algo hace clic en ellos y las cosas cambian, sobre todo el modo en que se ven el uno al otro. De pronto Owen ve en Avery a una mujer que ha cambiado y lo sorprende, lo mismo sucede con ella. Y esos cambios no hacen más que atraerlos, y les llevan a preguntarse ¿qué más sucede o puede suceder ahí?. El modo en que comienza la relación entre los personajes es diferente al romance del libro anterior, y eso es genial, ya que se nota la variedad de situaciones que es capaz de crear la autora, logrando que todas resulten casi igual de agradables y geniales de leer. Aunque creo que la relación entre Beckett y Clare me enamoró más; la de Owen y Avery es también encantadora, sexy, apasionada y especial. Hay escenas preciosas y momentos muy muy bonitos entre ambos.
Otra cosa a destacar de este segundo libro es que tiene una cuota dramática importante (nada trágico) que viene del lado de Avery y algo relacionado a su pasado. Me encantó ese toque de drama, le dió más fuerza a la historia e incluso llegó a emocionarme un poco. Quedó muy bien a pesar de que el modo en que se resuelve eso puede parecer que queda un poquito en el aire, pero no como para afectar la resolución de la trama. En este caso la historia de amor, como digo, mezla no solo el romance y el drama sino también hay bastante humor y momentos de malentendidos, pequeñas disputas y demás, que no hacen más que complementar la totalidad de la historia.
La escritura de Roberts, nuevamente me mantuvo atrapada de principio a fin, e hizo que ya al leer este libro me sienta una más de la gran familia de personajes que conforman esta saga. La autora logra dar pequeñas sopresas en cada capítulos y te deja con ganas de seguir leyendo en todo momento. No solo viviremos la historia de Owen y Avery sino también, la del resto de los personajes que la autora logra que tengan su propio peso y magia en todos los momentos del libro.
Lo único que podría mencionar sobre este segundo libro, no como algo negativo, sino como una simple impresión mía es que sentí que el final de esta segunda entrega era de cierto modo algo similar al del primer libro, no porque suceda lo mismo sino porque los hechos resultan algo parecidos. Esto no me desagradó para nada, ya que de hecho adoré el final y me pareció precioso, pero no pude evitar fijarme en esa similitud al libro anterior, sumado a ese aspecto algo predecible de la historia que más allá de todo no la hace menos bonita y disfrutable.
5 comentarios
Hola, recién encontré tu blog y me encantó!! Como haces para que sea tan bonito??
ResponderEliminarHola golosa de nuevo!
ResponderEliminarAwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww
Muero por leerlo y fangirlear fuerte porque me encantó Avery en el libro anterior y ya me estuviste medio trolleando con que la iba a querer más en este todavía.
Me encanta que sean amigos de siempre y empiecen a animarse a otra cosa. La Lizzy bruja esa se me hace que hace de Celestina, es más, creo que mi cuñada me dijo algo sobre eso pero no me acuerdo.
Y en cuanto al final... creo que todos los libros de la Roberta terminan parecidos, los de las cuatro bodas todos terminan con el anillo :O Te los spoilié pero es que es re obvio. Supongo porque esa es la promesa del happy ending.
Quiero la reseña de Ry!!! Va a ser gracioso leerte babeándote por él.
Que andes bien.
¡Hola, Celes! Tenía que pasarme sí o sí por tu reseña, ya que me sigue sorprendiendo lo adictiva que te pareció esta trilogía (aunque todo sea en plan happy).
ResponderEliminarMe parece genial que el tema de la restauración del hotel siga dando juego y más porque se va viendo una evolución.
Vaya, no me preguntes por qué, pero había dado por hecho que el tema del fantasma iba a quedar resuelto en la primera parte.
Lo de que la autora siga mencionando a los protagonistas del 1º no me sorprende, ya que el que yo leí de ella era una 2º parte y mencionaba cómo evolucionaba la relación de los que eran protagonistas en la 1º.
Por lo que mencionas del chico, me gusta más el del libro anterior. A mí que sean tan perfeccionistas me estresa un poco.
¿Así que dramatismo del suave? Lo de que el final sea parecido al otro, no es que yo sea experta en los libros de Nora Robert, más que nada porque solo he leído 1, pero me da que con esta autora no hay grandes sorpresas en los desenlaces.
Por lo que te comenté en Facebook, es probable que me haga con el 1º, pero algo me dice que no seguiría con los demás :-/
¡Saludos y feliz fin de semana! ;-)
hola celes! es un placer llegar a tu blog, hoy domingo y ver tu magnifico reseña , con tanto trabajo y ganas de disfrutarlo realmente. te llevamos al muro, este en particular no lo leimos, y por lo general es una autora maravillosa que moviliza. saludosbuhos, feliz domingo!
ResponderEliminarHola! Hace poco que hemos conocido los libros de Nora Roberts con la trilogía de la Isla de las tres hermanas y nos ha encantado. Nos apuntamos este como próxima lectura y nos quedamos por tu blog.
ResponderEliminarUn beso
Marta y Laura
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